¿Acaso es justo encerrar a un hombre por su lengua, su color, por su raza sin haber hecho nada? ¿Se puede esperar de un hombre que sea justo si nunca nadie le enseñó lo que era la piedad y el amor? Clotaldo y Clarín dispuestos y armados de sus títeres, nos irán contado la historia de Segismundo.