Miguel quiere recuperar la memoria de su padre, un hombre al que todo el mundo llamaba “Ogro”. Durante muchísimos años, no ha sabido nada sobre él. Ahora, en su madurez, recibe la visita de un hombre que ha compartido celda con su padre en la cárcel y lleva una carta para él. De esa manera, descubre la historia no contada. Descubre a un Ogro solitario y oscuro, en cuyo corazón guarda aún un lugar para su querido hijo. Descubre que gracias a ese amor, su padre nunca ha dejado de ser un ser humano.