Siguiendo un camino de círculos que te encuentras por el suelo, pisándolos y dejándote llevar llegas a una puerta de talla pequeña, mínima, tal vez diminuta; por la que se entra adentro, a un sitio blanco, muy blanco, sugerente.
Siguiendo un camino de círculos que te encuentras por el suelo, pisándolos y dejándote llevar llegas a una puerta de talla pequeña, mínima, tal vez diminuta; por la que se entra adentro, a un sitio blanco, muy blanco, sugerente.