Teatro de la desolación, salpicado con una abundante ración de ironía ácida, al abordar un asunto que está en la calle y a la vista de todo el mundo: la esclavitud disfrazada de mendicidad
Teatro de la desolación, salpicado con una abundante ración de ironía ácida, al abordar un asunto que está en la calle y a la vista de todo el mundo: la esclavitud disfrazada de mendicidad