Las industrias culturales son un sector estratégico y un motor económico generador de empleo. Representan el 3.2% del PIB y dan empleo de forma directa a cerca de 700.000 trabajadores y trabajadoras.

La cultura es un valor fundamental que sostiene la identidad de un país. Un canal transmisor de nuestras costumbres y valores entre generación y generación. Un espejo que proyecta la imagen de un país en el exterior. Y, además, la cultura es un motor económico generador de empleo. Las industrias culturales están llamadas a jugar un papel clave en la recuperación económica del país. No solo por la contribución directa que realizan a la economía, sino porque además tienen una capacidad de arrastre en otros sectores económicos que es muy relevante.

Lo que resulta especialmente característico de las industrias culturales es la capacidad de dinamizar el consumo. La salida cultural constituye un ritual para los ciudadanos, que termina generando actividad para otro conjunto de actividades “colaterales” a la cultura. De esta forma, la actividad económica de la cultura va más allá de su propio ámbito, ejerciendo un efecto tractor sobre otros sectores que se benefician de la actividad cultural principal, multiplicando de esta forma el impacto de las industrias culturales en el global de la economía.

El impacto de la Música en Vivo en la economía asciende a 5.600 millones de euros (OBS Business School, 2018), y genera 300.000 empleos directos e indirectos. Por otro lado, el impacto de las Salas de Cine en la economía asciende a 1.876 millones de euros y cuenta con mas de 30.000 empleos directos e indirectos. Por cada euro que las salas de cine generan de manera directa, se generan 2.67€ adicionales en la economía. Y por último, las Artes Escénicas cuenta con un total de 80.000 empleos directos e indirectos, y cerraron el ejercicio 2019 con una taquilla superior a los 420 millones de euros.

Dada la naturaleza social y presencial de nuestra actividad, la cultura ha sido uno de los sectores más golpeados por la crisis generada por la pandemia en la que hemos tenido que asumir fuertes restricciones, como la obligación de cese de actividad al inicio de la pandemia y drásticas reducciones de aforo a la vuelta a la actividad, que han situado a las industrias culturales, un sector estratégico, al borde de la supervivencia.

Desde la Unión de Asociaciones Empresariales de la Industria Cultural Española, reivindicamos el valor económico de la cultura para un país. Porque la cultura no solo representa el 3.2% del PIB, sino que además su actividad tiene un efecto dinamizador positivo para otros sectores como el turismo, la hostelería o el comercio, multiplicando de esta forma el impacto de las actividades culturales en la economía global de un país.

Por todo ello, necesitamos ayuda, porque #LACULTURADEBECONTINUAR

UNIÓN DE ASOCIACIONES EMPRESARIALES DE LA INDUSTRIA CULTURAL ESPAÑOLA