Más allá del horizonte, en alta mar, el agua es de un azul tan intenso como los pétalos más azules de un hermoso aciano, y clara como el cristal más puro; pero es tan profunda que ninguna ancla llegaría jamás a tocar el fondo.
Más allá del horizonte, en alta mar, el agua es de un azul tan intenso como los pétalos más azules de un hermoso aciano, y clara como el cristal más puro; pero es tan profunda que ninguna ancla llegaría jamás a tocar el fondo.